Siembra

El viento se cuela en mi regazo, rechazando el rumor de una compañía ausente.

Quiero compartir la llama que se derrama sobre mi piel,

sentir la suave presión de unas yemas sobre mi tez.

Agridulces labios atrapando mi aliento en un beso robado.

Deja que mi cuerpo se convierta en tu sabana, y cubra cada uno de tus recovecos mojados.


Mi rostro quemado por el sol transforma su color, le digo adiós a mi parca palidez.

Mis dolores se atenúan, y siento que llega el susurro de una melodía de primavera.


Vuelvo a caminar sobre la tierra, y me pierdo en las notas doradas del trigo.

Te busco, y te espero mientras deambulo por el campo, voy a tu encuentro.

Vierto miel sobre mis labios, y aroma a prados en mis manos.

Se que es injusto buscar que la punta de tus dedos se claven en mi pecho, que tus labios me den aliento.

Lo siento, pero no me arrepiento.


Hace frio, y hay lugar en mi lecho.

Susurra a mi oído, busca mi abrigo.

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